Guía del cultivo del azafrán, paso a paso

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El azafrán es una especia que se caracteriza por muy bien cotizada, además de ser costosa. El azafrán, específicamente su cultivo, tiene el principal componente de que su extracción solamente se lleva a cabo de forma manual, algo que le da mucha lentitud al proceso en comparación con la materia prima recolectada.

Como datos relevantes, hay que destacar que el azafrán (cuyo nombre científico es Crocus sativus) es una especia que pertenece al grupo de plantas bulbosas, a las que se les conoce bajo el nombre de iridáceas. En ese sentido, sus flores durante le cultivo aparecen entre los meses de octubre y noviembre, siendo estas las que guardan en su interior los estigmas, la parte del pistilo que se cosecha y posteriormente se seca para conseguir la famosa especia. 

España se posiciona a nivel mundial como el segundo productor de azafrán, y por esta razón, desde Agriquipo vamos a comentar en este artículo de manera detallada todo lo que debes saber con respecto al proceso de cultivo, la mejor época, los cuidados previos y muchos datos más que debes saber. Toma nota y continúa leyendo

¡Empecemos!

Época de siembra del azafrán

La época para la siembra del azafrán es alrededor de los meses de julio y septiembre, y es un tipo de siembra que debe darse bajo un conjunto serie de condiciones en concreto, y entre ellas está en que el sitio debe ser soleado y con un tipo riego que sea moderado, ya que como adelantamos anteriormente, en ningún momento se debe llegar a encharcar. 

En el primer año, específicamente después de realizar la plantación, el florecimiento normalmente se suele presentar sobre los meses de octubre y noviembre, época en la cual los bulbos que tienen un tamaño de 9/10 van a dar un promedio de 1.5 flores en el primer año.

Los bulbos con tamaño de 8/9, tendrán un promedio que se reduce a una sola flor, ya en los casos de bulbos con tamaño de 7/8 el florecimiento tendrá un promedio de un 20%, razón por la cual este es un tipo de cultivo para cosechas multianuales. 

Es importante aclarar que, un tiempo de florecimiento preciso estará ligado a las fechas en las que la plantación del bulbo es realizada, al igual que de las condiciones climáticas en las que se encuentre después de esto. 

Cultivo de azafrán durante climas gélidos

En el transcurso de las épocas de otoño e invierno, los bulbos van a desarrollar hijas verdes que, así como pueden llegar a un largo aproximado de hasta 30 cm en la primavera, se trata de una planta que puede llegar a soportar temperaturas mínimas de hasta -10ºC.

Lo que se recomienda es que el cultivo de azafrán sea cubierto con tela de vellón o un tipo de paja, esto en caso de que el contexto de helada se mantenga, pues las corrientes frías de viento pueden llegar a provocar que las hojas puedan secarse y morir a causa de ello. Igualmente, hay que considerar que de estar cubierto el cultivo por nieve, puede resultar positivo, ya que esta va a ejercer de cobertor, siendo una buena protección para las fuertes condiciones del invierno.

Esto, por muy contradictorio que suene, es así por el hecho de que los bulbos no van a congelarse en la tierra, y en líneas generales, el cultivo estará bajo unos niveles de humedad óptimos para evitar congelarse y morir a causa de ello.

Cultivo durante la época de primavera

En la época de primavera es cuando el clima empieza a estar un poco más cálido, y es perfecto porque el cultivo ya se puede fertilizar, y para ello se puede usar algún fertilizante orgánico, controlando las cantidades a usar en función del tipo de suelo y su contenido.

Por otra parte, es importante que el azafrán, mientras está en fase de crecimiento no sea irrigado, salvo en un caso extremo de sequía, en el que con un poco de agua de serpia será lo más recomendable. Además, es ideal llevar a cabo las labores de riego por la noche, o en horas muy tempranas de la mañana. 

Consideraciones adicionales

Cabe destacar, que, en caso de querer dejar los bulbos en tierra por varios años, se recomienda eliminar todas las hojas que se encuentren atrofiadas, de tal manera que sea mucho más fácil desherbar el terreno.

De igual manera, esto se debe realizar siempre y cuando los bulbos estén en lo que se le denomina como su “etapa de descanso”, momento en que la tierra puede estar libre de hierbas a través de las azadas. A su vez, se puede escoger la técnica de quema de hierbas a gas para este objetivo.

¿Qué clima es el más favorable para el cultivo del azafrán?

Hasta ahora hemos visto que el cultivo de azafrán tiene gran capacidad de resistir climas extremos, y esto es en parte gracias a que genera diferentes estructuras subterráneas, estructuras que ya conocimos como bulbos.

Estos bulbos son los que le dan esa capacidad al cultivo de resistir, sobre todo, esas condiciones de calor extremo y sequías propias de la época de verano; esta se trata de una planta que, por esas características, puede aceptar sin problema alguno un tipo de cultivo en secano. 

Especialmente en el invierno, después de haberse realizado la cosecha de las flores, y que esta parte del terreno “muere”, será la capa de tierra que está ubicada sobre los bulbos quien se va a encargar de protegerlos ante las heladas que como ya mencionamos en el punto anterior, su capacidad de resistencia a las temperaturas bajo cero llega hasta los -10ºC y -12ºC.

¿Cuánto tarda en crecer el azafrán?

El crecimiento que presenta el azafrán no es igual en todos los casos, ya que se trata de un factor que va a depender de muchas cosas externas, sobre todo del contexto en cuanto al clima y los cuidados que se realicen.

De igual manera, y como pudiste notar en puntos anteriores, a los pocos meses de realizada la siembra ya se presenta la fase de floración, de modo que este cultivo presenta un buen ritmo en su crecimiento.

Claves en el cultivo del azafrán

Desde Agriquipo hemos reunido las claves a considerar para el cultivo de azafrán, las cuales comentaremos a continuación:

¿Cómo preparar el suelo para el cultivo del azafrán?

Como sucede todo cultivo, una correcta preparación del terreno es clave para tener los mejores resultados, y el cultivo de azafrán no es contrario a ello, pese a que es un cultivo con pocas exigencias de mantenimiento.

Por su parte, la planta del azafrán se decanta especialmente por los terrenos con un buen drenaje, ligeramente sueltos y un poco calizos. Igualmente, lo más conveniente es evitar esas zonas arcillosas, muy húmedas y gélidas, pues los bulbos serán los principales afectados. Con respecto al pH del suelo, este deberá tener un promedio entre 6 y 8.

Con respecto al abonado, hay dos maneras de hacerlo: añadiendo estiércol al terreno antes de insertar los bulbos en tierra, o bien, colocar un abono nitrogenado superficialmente, esto después de hacer la plantación.

También conviene labrar la tierra de modo que esté suelta y mutilada, haciéndose como un paso previo a la plantación; este es un proceso necesario en el verano, sobre todo cuando la humedad es la correcta.

Riego en el azafrán

Como mencionamos en un principio, en el cultivo de azafrán se deben evitar a toda costa los encharcamientos, ya que la planta es sumamente delicada con el agua.

Eso sí, lo que se recomienda es hacer el regadío durante dos épocas en específico: la primera, durante el inicio de la temporada de primavera, de modo que los bulbos se multipliquen; la segunda, durante el inicio de la temporada de otoño, esto para que ayude en la etapa de floración. 

Cabe destacar, que la planta del azafrán cuenta con el agregado de que se puede cultivar bajo un régimen de secano o de regadío, de tal manera que no existan existiendo diferencias importantes en cuanto a calidad, así como en la cantidad que resulte de la cosecha.

El riego por su parte, se puede realizar a través de un gotero o por medio de una manguera, siendo este último, un medio que se recomienda sólo cuando no se trate de una superficie muy extensa en la que se cultiva. 

Enfermedades y plagas del azafrán

Cuando hablamos del cultivo de azafrán, vemos que se trata de una planta que puede resistir muy bien no sólo ante condiciones climáticas extremas, sino que también ante enfermedades y plagas, aunque no deja de estar vulnerables a estas.

En ese sentido, no es recomendable plantar en aquellas tierras donde previamente se han cultivado patatas, zanahorias, nabos u otros vegetales que sean consumidos por su parte que está bajo tierra, y la razón detrás de esto está en que se debe al hecho que al azafrán le pueden afectar los mismos problemas que a estos otros cultivos. 

En general, los hongos que normalmente pueden afectar al cultivo de azafrán frecuentemente, son aquellos que pertenecen al género de las Fusariam y Rhizoctonia.

Hay que señalar el hecho que, en la actualidad, los antifúngicos no son tan efectivos para estos casos, de modo que la clave está en aplicar todas las medidas de prevención posibles.

Recolección del azafrán

En un principio ya se destacó que la recolección del azafrán es una parte del cultivo que se hace de manera manual, y esto se debe a que esta es una parte del proceso muy delicada, pero, es muy tediosa y requiere de una enorme cantidad de mano de obra.

Por ello, el azafrán es una especia muy costosa en España y otros países productores, aunque esto es algo que también da lugar a que exista una interesante competencia entre aquellos países considerados como grandes y medianos productores de azafrán como es el caso de Marruecos, Irán o la India, países que venden a precios más baratos, aunque la calidad no es la mejor.

La recolección del mencionado pistilo se lleva a cabo normalmente con unas pinzas de depilar, bien sea a modo in situ (se recomienda en los casos que existan poca cantidad de flores en la plantación) o también, cortando las flores enteras para procesarlas más tarde en una situación más cómoda, pero siempre de forma manual

Después de realizar dicho proceso, el material rojo deberá ser sometido a un trabajo de desecación, trabajo que deberá realizarse a una temperatura ambiente, o con la presencia de estufas que se encarguen de aporta me esa temperatura.

Una vez realizado este proceso, los estigmas van a pasar a almacenarse por al menos unos tres meses, de tal manera que puedan madurar correctamente aquellos compuestos químicos que provocan que el azafrán cuente con ese sabor característico. 

Conclusiones

El cultivo del azafrán, si bien se caracteriza por ser altamente resistente, la verdad es que necesita del cuidado en muchos detalles y en especial para esa última fase, a su vez, existen determinados aspectos que deben tomarse en consideración para poder optimizar todas las fases del cultivo.

José Mª Díaz Sánchez
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