El cultivo de la soja: Guía básica

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Como todos sabemos, la soja es una planta que aporta una serie de proteínas y grasas saludables para el organismo.

Se trata de una legumbre contentiva de grasas saturadas y estas grasas son necesarias para el buen desarrollo de las funciones que se llevan a cabo en el cuerpo humano.

Estas plantas y sus derivados, son contentivos de unas sustancias conocidas como isoflavonas, es por ello que vamos a tratar de manera explicativa y más extensa, todo lo relacionado con el cultivo de la soja: Guía básica.

En este caso Agriquipo, es una empresa que tiene especial cuidado con esta parte de la agricultura, donde el tipo de suelo para su cosecha es clave.

Por esta razón su cultivo es asistido con un determinado tipo de fertilizante que ayuda a proteger el producto de diferentes tipos de enfermedades y plagas.

La semilla de la soja, es plantada y protegida desde el tallo, hasta todo el cuerpo de la planta, para protegerla de las malas hierbas.

Los elementos que se encuentran en la soja, se ha comprobado científicamente que son coadyuvantes en la prevención y tratamientos cardiovasculares, así como en el tratamiento y prevención del cáncer de mamas.

La soja pertenece a la familia de las fabaceaes, es pertinente acotar que la cosecha de esta legumbre, es de especial interés para la salud femenina, toda vez que, de esta, se extraen una serie de sustancias nutrientes, que son preventivas y curativas en pro de la salud de los seres vivos, y muy especialmente en la salud de la mujer.

La injerencia de los derivados de la soja, contribuyen a controlar los niveles de colesterol, por lo que se deduce que son preventivos de infartos y demás trastornos cardiovasculares.

¿Cómo preparar el suelo para el cultivo de la soja?

Ya sabemos que existen diferentes tipos de suelos, y que además cada uno de los cultivos requiere de un tipo de suelo específico.

Vamos a ahondar un poco en el conocimiento de cómo preparar el suelo para el cultivo de la soja y por lo tanto obtener los mejores resultados:

Debemos comenzar por el arado de la tierra, el cual no es otra cosa que la preparación de una cuna donde se esparcirá la semilla de la soja, en este caso específico, pero lo mismo ocurre con todos los demás tipos de cultivos.

El arado de la tierra es un proceso conocido también con el nombre de escarificación o gradeo de la tierra, y tiene que ver con lo relacionado a la profundidad que hay que lograr para soltar, por así decirlo las semillas de soja.

Esta profundidad de la tierra, donde se dejará caer la semilla de la soja, va a contribuir con el buen desarrollo de la planta, en su sistema radicular para que haya una buena infiltración de humedad, necesaria por supuesto para el éxito del desarrollo del brote de la semilla que dará origen a la planta.

Se debe acotar que la soja, no es una planta muy exigente en cuanto al tipo de suelo donde se va a llevar a cabo su cultivo, por lo que no es necesario que éste sea muy rico en nutrientes, pero siempre es conveniente implementar el uso de fertilizantes para fortalecer la cosecha.

También es importante vigilar el sistema de riego para garantizar una buena cosecha, sobre todo en la época de verano que, en algunos países como España, es bien acentuado.

La siembra en el cultivo de la soja

La siembra en el cultivo de la soja, debe llevarse a cabo con los parámetros convencionales, y además debe ser plantada en un tipo de suelo adecuado y por agricultores experimentados para poder recoger una cosecha abundante y sana para lograr un mayor rendimiento del producto.

Lo que muchos sembradores buscan, es obtener la mayor cantidad de cultivo con la menor inversión posible, es por ello que la preparación del terreno debe llevarse a cabo con el debido esmero y utilizando tanto las herramientas de cultivo, como los productos necesarios para lograr este objetivo.

Se debe utilizar un sistema rotovator para dejar una tierra bien desmenuzada y mullida para el cultivo de esta planta, ya que de ello va a depender absolutamente el margen de ganancia del productor.

Cuando hablamos de sistema rotovator, nos referimos a los secundarios pases de grada, que no es otra cosa que la misma preparación del suelo antes de sembrar las semillas para agilizar y garantizar una pronta y sana germinación.

Es necesario realizar una buena inoculación de la semilla, que garantice la presencia de las bacterias que se encargan de fijar el nitrógeno atmosférico en el proceso de su germinación.

En este caso, Agriquipo, proporciona al agricultor los productos necesarios para el cultivo de la semilla de soja; se trata de algunos productos preparadas en forma de polvo generalmente y que cuyas fórmulas han sido diseñadas específicamente para el cultivo de las semillas de soja.

Junto con los productos, generalmente este polvo negruzco, se dan las indicaciones necesarias para su utilización, tal como, por ejemplo, el hecho de humedecer la semilla antes de dejarla caer sobre el suelo ya roturado.

Fertilización en el cultivo de la soja

La semilla de soja, se debe mezclar con el polvo fertilizante preparado y a partes iguales, o como venga especificado en las instrucciones del fabricante del producto; y una vez que se obtenga una mezcla más o menos homogénea, es cuando se va dejando caer en la cuna ya preparada por el arado.

La mezcla fertilizante, se debe reforzar con un poco de goma arábiga, con melaza o azúcar para repotenciar su resultado en el tiempo determinado para este tipo de cultivo.

La inoculación de las bacterias se debe llevar a cabo a la sombra, ya que estas son muy sensibles a la luz solar. Por esta razón, este tipo de procedimientos debe ejecutarse con el apoyo de maquinarias especiales para este tipo de siembras.

Los fertilizantes, en resumen, se utilizan en pro de conseguir un mejor rendimiento del cultivo, y mejorar las condiciones del suelo.

Es muy importante lograr un buen balance de los nutrientes del suelo donde se va a sembrar la semilla de soja, ya que su productividad es bastante interesante y lucrativa para el productor.

El fosforo y el azufre son básicos en los fertilizantes que se utilizan en la siembra de soja, también el nitrógeno, y en menor cantidad, se presentan el calcio, el boro, el molibdeno y el cobalto.

La presencia del agua es indispensable en el cultivo de la soja, para que se pueda llevar a cabo el proceso de evapotranspiración.

Los niveles de agua presentes en un cultivo de soja, varían entre 500 y 600 mm, dependiendo de la época del año y la calidad del suelo y por supuesto del tipo de semilla, que también tienen sus variantes, aunque se trate del mismo producto en cuestión como es la soja.

Plagas

Entre los tipos de plagas que atacan los sembrados de soja, podemos destacar las arañuelas y los lepidópteros, los cuales se presentan en diferentes tipos de orugas como son: las orugas bolilleras, las orugas, las orugas gata peluda, las orugas medidoras, las orugas de las leguminosas.

Cualesquiera de estos tipos de orugas o las arañuelas pueden hacer su acto de presencia a lo largo del cultivo de soja, el cual puede extenderse desde 60 hasta 150 días después de la siembra.

En cuanto a la duración del cultivo, todo va a depender del tipo de semilla, de la preparación del suelo, y de los nutrientes y fertilizantes que se utilicen para proteger el cultivo.

Además, no podemos dejar de mencionar a las orugas desgranadoras, los chinches, y los trips que tanto pueden afectar un cultivo, tanto en su productividad como en la calidad de los nutrientes que aporta este tipo de planta tan demandada por los fabricantes de productos naturales y por la industria farmacéutica.

Enfermedades

Es pertinente en este artículo hablar sobre las enfermedades que pueden sufrir este tipo de plantas, para ello nos hemos documentado ampliamente y podemos mencionar básicamente cuatro tipos de enfermedades más comunes que son a saber:

El daño a las hojas

Las hojas son bastante vulnerables a todo tipo de alimañas que atacan a las plantas de soja, por ejemplo, los gusanos en este caso pueden acabar rápidamente con una plantación si no se les ataca oportunamente.

Las diabróticas, son una especie de gusanos a los cuales se les conoce también con la nomenclatura de alfilerillos, se trata de una plaga rizófaga que se combina con otro conocido como gallina ciega y atacan en conjunto, la plantación de la soja, causando daños de considerable magnitud en las mismas.

También el minador de hoja, y el mayate rayado entre otras plagas pueden dañar la planta y por supuesto su esperado fruto.

El daño a las raíces

Entre las enfermedades más comunes que pueden presentarse en las raíces de la planta de soja, podemos mencionar el Tizón por Sclerotium y la podredumbre de la raíz, la cual puede extenderse hasta el tallo.

Este daño de las raíces de las plantas de soja puede tener su origen en el tipo de suelo donde se siembre.

El daño a los frutos

La Roya de la soja, es la enfermedad más perjudicial del fruto de la soja, tanto en los países asiáticos como en el continente americano, este tipo de plaga puede considerarse el peor, ya que puede arruinar un cultivo hasta en un 90 %.

El daño a los tallos

Es básicamente el que viene originado en las raíces, y podemos nombrar la podredumbre carbonosa y la podredumbre por Phytium y phytophthora, o sea que estaríamos hablando de un rendimiento de unas tres toneladas de fruto de soja por cada hectárea sembrada.

Rendimientos

Podemos decir que el rendimiento de un cultivo de soja, va desde 4.000 hasta 5.000 Kg/ha. El rendimiento potencial promedio de un cultivo se calcula por el rendimiento calculado sin agua y nutrientes.

Por otra parte, se toma en cuenta que su crecimiento se lleva a cabo en un ambiente sano sin tanto estrés ocasionado por plagas y diferentes tipos de enfermedades que se pueden controlar con productos diseñados para estos fines.

Debemos acotar que para que un cultivo de soja se considera de alto rendimiento, es porque se puede lograr la cosecha de su fruto dos veces por año.

Podemos también mencionar que el uso indiscriminado de algunos herbicidas como el glifosato, son de amplio espectro y por lo tanto muy dañinos para la salud.

El rendimiento de un cultivo de soja, debe estar libre de este tipo de productos, al menos de manera no controlada y vigilada por los entendidos en materia de agricultura.

Dado que este herbicida es utilizado para la eliminación de las malas hierbas, podemos tratar de excluirlos en la preparación del suelo donde se piensa siembra el cultivo de soja.

Como quiera que se mire este proceso, se trata de una simbiosis, para un buen cultivo, se necesita de un buen suelo.

El beneficio que obtiene el sembrador desde el suelo, es recompensado por el trato que este le proporcione al mismo. O sea, se trata de un tú me limpias de malezas, y yo te rindo, pero no a costillas de que se cumpla el viejo adagio de ser peor el remedio que la enfermedad.

Por tal motivo los plaguicidas deben ser utilizado con cautela y cumpliendo con estrictas medidas preventiva para que el fruto no se contamine, llevando su efecto nocivo hasta los organismos que lo consuman.

Cultivo de la soja en España

El cultivo de la soja en España, está considerado como uno de los cultivos más productivos para los agricultores, a la par del trigo, el maíz y el cereal, este tipo de cultivos es bastanteaste atractivo, ya que la colocación del producto es casi automática.

Estamos hablando de que para el año 2020, la producción de soja en España alcanzó la considerable suma de casi 4.200 toneladas de este fruto.

En Extremadura, se cultiva principalmente la soja en territorio español, pero también podemos encontrar importantes sembradíos de soja en las zonas de Andalucía, Castilla y León.

Claro, nada comparable con el primero donde el porcentaje rebasa el 60 % de la producción de soja en España.

El momento ideal para la siembra de esta planta se ubica en la temporada que va desde el mes de mayo hasta el mes de julio.

Es precisamente en la época de verano cuando esta leguminosa se da con menos problemas y sus frutos son de mejor calidad y riqueza en elementos nutritivos y grasas sanas.

Es obvio que los agricultores deben acondicionar los suelos y aparte del arado, se debe utilizar el superfosfato simple, al cual se le denomina como el arrancador, porque se utiliza justo al momento de sembrar las semillas.

Dado que la producción de soja es transgénica, podemos decir que los principales sembradíos de soja, se encuentran en Argentina, Estados Unidos y Brasil respectivamente, seguidos por Uruguay y Paraguay.

Se considera que la cantidad de agua que se necesita para el cultivo de la soja, está íntimamente ligada a la evapotranspiración, la cual se lleva a cabo durante el proceso de crecimiento de esta leguminosa.

Cultivo de la soja a nivel mundial

En cuanto al cultivo de la soja a nivel mundial, podemos decir que Brasil se destacó como el primer país productor de soja, alcanzando una cifra de 115 millones de toneladas por año aproximadamente.

Brasil sigue siendo en este año el mayor productor de esta leguminosa, seguido por China con 15,72 toneladas, La India con 13, 27 toneladas, Paraguay con 8,52 toneladas y Canadá con 6,05 toneladas por año.

Estas cifras se han ido incrementado, así como la demanda de esta leguminosa que debido a sus bondades también se ha convertido en una especie de panacea para la industria farmacéutica y naturista en la elaboración de productos a base de soja.

El mayor consumidor de soja a nivel mundial, es sin duda alguna China, que en el año 2016 llegó a importar casi cien millones de toneladas para poder abastecer el mercado de esta semilla y sus derivados en diferentes presentaciones del producto terminado y procesado para envasar en frascos, en papeletas o sobres o en diferentes alimentos que lo contienen.

Sin embargo, en Suramérica, no está muy por debajo su consumo como materia prima para la elaboración de diferentes productos culinarios o medicinales.

Podemos mencionar por ejemplo la leche de soja que es uno de los productos más demandados en estos países a partir de esta leguminosa.

El país mayor exportador de soja es Argentina, para América y otros continentes como Asia y por supuesto Europa, este es uno de los productos que más exportan lo cariocas.

Argentina va seguida de Brasil y de los Estados Unidos en cuanto a exportación de las semillas de soja y de sus derivados que sirven de materia prima para la elaboración de diferentes productos terminados como leche, harinas y medicamentos envasados en diferentes presentaciones.

José Mª Díaz Sánchez
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